
Estamos felices porque Rod Stewart nos eligió para cenar luego de su concierto.
Fue un encanto de persona con el personal y se sacó fotos con los clientes que estaban sorprendidos de poder verlo allí a poco metros. Estuvo acompañado de su hija Ruby , que también cantó en el recital demostrando el gran talento de los genes familiares , y de su asistente personal. Su cena se compuso de Camarones al ajillo y Strudel de pollo con vegetales, acompañado por un Preludio blanco de Familia Deicas. Se le obsequió a modo de recuerdo otra botella similar para que la disfrute en su intimidad.
Al mostrarle el talón de la entrada, como prueba de que lo había ido a ver, se ofreció espontáneamente a autografiar el mismo.
Ayer para nosotros fue una noche muy especial. Por haber disfrutado su show y por haber sido honrados con su visita.

